Es habitual que nos interese conocer cómo funciona una empresa exitosa. Particularmente el caso de Google es paradigmático, porque está instalado en el subconsciente colectivo que «hacen todo bien». Pero no solo trata acá el caso de empresas de base tecnológica, sino en particular el caso de las empresas jóvenes, las creadas por la generación Y.
Una empresa joven tiene 10 o menos años de trayectoria. Pero además en este artículo me refiero a aquellas empresas en la que sus protagonistas son los jóvenes de la generación Y.
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¿Es posible trabajar de otra manera?
Casi la mitad de mis clientes son empresas jóvenes, lideradas y operadas por profesionales de la generación Y.
Todas tienen en común la energía vital que se respira, la dinámica de trabajo y la informalidad en las relaciones. La gente se viste como les gusta, el liderazgo suele ser más horizontal, la gente socializa en afteroffice y muchas de ellas integran aspectos de la vida personal de los empleados a la oficina cómo llevar una mascota al trabajo, por ejemplo.
El clima laboral no deja de lado la exigencia por los resultados. Todo lo contrario, se ocupan de darse mucho feedback, pero hay un ambiente de convivencia en la diversidad que entusiasma!
La pasión por los resultados hace que todos los empleados compartan información clave. Conocen los indicadores del negocio, los diferenciales de la empresa, la visión y los valores. Todos tienen en claro como contribuir a los resultados y se mantienen informados del ingreso de nuevos clientes.
Las oficinas se parecen más a espacios comunes que se comparte con cierto nivel de bullicio agradable. Los espacios cerrados son destinado al uso de cualquiera que necesite hacer una reunión de trabajo con colegas o clientes. Se escucha música de cualquier tipo y los ambientes tienen una decoración ecléctica y alegre.
No faltan los recursos para relajarse un rato, como un metegol, sillones cómodos para recostarse y levantar los pies, instrumentos musicales, un pequeño bar, etc, etc.
La innovación y la creatividad cubre todos los espacios. Son bienvenidas todas las ideas (hay pizarras donde la gente las expresa libremente) los errores se analizan y se conversan con mayor liviandad y el aprendizaje es algo que permanentemente se estimula y se busca.
La experiencia de trabajar en las Empresas Y
En estas empresas se trabaja con un alto nivel de empoderamiento. Las personas tienen un grado de autonomía acorde con su capacidad y su nivel de responsabilidad. Este empoderamiento permite que haya mayor efectividad y compromiso del personal de la empresa y una mejor experiencia del cliente.
El talento es un valor que se busca, se remunera y se cuida. Quienes lideran a la generación de los milenials son conscientes que la rotación voluntaria de personal es un dato. Más allá de los distintos factores de retención, los jóvenes Y ven su carrera como ciclos sucesivos de «exploración, aprendizaje, experiencia y búsqueda de un nuevo desafío» (Trataré este ciclo en un artículo próximo). Es inevitable que el «enamoramiento» se termine y el empleado siga su carrera en otra empresa, o que emprenda su propio negocio.
Casos que marcan tendencias
Las empresas de la generación Y trabajan permanente en el cuidado del clima laboral y la motivación de los empleados. La empresa de calzado urbano Páez, inventó la posición de gerente de felicidad. La idea fue producto de la observación del comportamiento de un empleado. Esta persona, con un talento para la escucha y la empatía, dialogaba con sus compañeros, quienes le confiaban sus inquietudes. Esto sumado a una natural responsabilidad por contribuir a un clima laboral positivo y participativo.
En otros casos, desde la gestión del departamento de RRHH se ofrecen beneficios que consisten en experiencias. Como la agencia de publicidad en medios digitales Headway Digital, que premia a sus talentos con un viaje a Nueva York.
Otros como la agencia SEO Punto Rojo, enfatizan la enseñanza de una profesión compleja, como es la de analista SEO. El apoyo permanente que requieren estos profesionales, se da en un entorno de máximo desafío y relajada colaboración entre pares.
Por supuesto que no existe la fórmula universal. Más bien se trata de analizar el caso particular y encontrar una ventaja o un diferenciador. Sin embargo, cuando el diferencial de motivación de la empresa está relacionado a su estrategia, el talento se convierte en una ventaja competitiva.
Un dato: en ninguno de estos tres casos la remuneración es un factor decisivo. Probablemente, si fuera solo por la remuneración no podrían retener a la mayoría, todos valoran la cultura. Ese intangible que hace que el tiempo, el espacio y el clima de trabajo valgan la pena.
¿Qué pensás acerca de este tema?
Y vos ¿trabajas o trabajaste en una empresa de estas características? ¿Que fue lo que más te gusta de esta cultura de empresa? ¿Qué cambiarías? ¿Qué otros comentarios querés sumar?